La Salud Ocupacional en Perú Después de la Pandemia COVID-19

La crisis sanitaria global llevó al Perú a una situación sin precedentes, el país registró la mayor tasa de muertes por cada 100.000 habitantes del mundo. Sin duda, se generaron retos inesperados, pero la pandemia también ha impulsado innovaciones y mejoras en el ámbito de la seguridad laboral y la gestión emocional de los colaboradores.

 

El Impacto de la Pandemia en la Salud Ocupacional en Perú

La pandemia de COVID-19 trajo consigo un sinnúmero de desafíos para la salud ocupacional en Perú. La interrupción de las operaciones comerciales, las medidas de distanciamiento social, y la incertidumbre económica afectaron a las empresas y, en consecuencia, a la salud de sus trabajadores.

El país enfrentó desafíos considerables, sobre todo si hablamos de la implementación de medidas de salud ocupacional. En el caso peruano, según datos del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), en junio 2020, durante la pandemia, el 45% de trabajadores continuaba trabajando. De ellos, solo el 19% desarrolló trabajo desde casa, 17% salió a trabajar con autorización y 8% trabajó sin autorización formal.

El teletrabajo trajo consigo nuevas dinámicas en donde familias enteras tuvieron que conciliar en el mismo espacio el trabajo de oficina, la crianza y educación.  Así, se han generado nuevas amenazas para la salud mental y el estrés de empresas y empleados post pandemia en Perú, siendo las mujeres las más afectadas, al recaer sobre ellas la mayor parte del trabajo doméstico.

De otro lado, los trabajadores que no podían quedarse en casa sufrieron con la falta de capacitación y de conciencia sobre los riesgos laborales relacionados con la COVID-19, lo que puso en peligro su salud, mientras que la presión económica llevó a algunos empleadores a descuidar la seguridad laboral.

Sin embargo, la crisis también sirvió como catalizador para la mejora de las políticas de salud ocupacional en Perú. El gobierno logró promover políticas de implementación de vigilancia epidemiológica de brotes en trabajadores de conglomerados empresariales, mercados, transporte masivo, y otros a nivel nacional, difusión de material informativo para la prevención de contagios por COVID19, entrega de equipos de protección personal (EPP) al personal de acuerdo a su nivel de exposición, entre otros.

Las lecciones aprendidas y las campañas hechas por el Estado y los empleadores en el contexto de la pandemia, han llevado a una mayor concienciación sobre la importancia de la seguridad en el lugar de trabajo y han visibilizado que la implementación de programas de salud ocupacional es tan o más importante que los objetivos de ventas y rentabilidad de cualquier empresa. La emergencia sanitaria evidenció la necesidad de que las empresas cuenten con programas de salud para cuidar y preservar el bienestar de sus colaboradores, tal como lo establece la Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo (Ley N° 29783), que garantiza el derecho de los trabajadores a la seguridad y la salud laboral ante riesgo epidemiológico y sanitario.

 

El Bienestar Emocional de los Trabajadores

La salud ocupacional es vital para el bienestar de las y los trabajadores pero no solo se encarga de velar por su salud física, sino que abarca también el cuidado de su salud mental y bienestar general. Durante la pandemia y confinamiento, la preocupación constante por la salud propia y la de los seres queridos, junto con la incertidumbre económica, afectaron la salud mental de los trabajadores. Esto, a su vez, influyó en su productividad y satisfacción laboral, casi el 50% de trabajadores presentó un alto-mediano riesgo en su salud mental y se debe destacar que post pandemia, afecciones como la ansiedad, depresión, el síndrome del burnout y los trastornos emocionales, entre otros, son cada vez más recurrentes y deben ser atendidos para asegurar su buena salud.

En respuesta a estos desafíos, las empresas y organizaciones en Perú han comenzado a enfocarse en la gestión emocional y salud mental de sus colaboradores. Se han implementado programas de apoyo psicológico y se ha fomentado un entorno de trabajo que promueva el equilibrio entre la vida laboral y personal.

 

El Futuro de la Salud Ocupacional en Perú

La pandemia de COVID-19 ha transformado la forma en que se aborda la salud ocupacional en Perú. Si bien la crisis generó desafíos significativos, también ha proporcionado una oportunidad para mejorar las políticas y prácticas en el ámbito laboral.

A medida que Perú se recupera de la pandemia, es esencial que las empresas continúen priorizando la seguridad y el bienestar de sus trabajadores. La gestión emocional y la promoción de la salud mental en el lugar de trabajo deben seguir siendo una parte integral de la estrategia de salud ocupacional.

A medida de que el país avanza hacia un futuro post-pandemia, es fundamental que desde el Estado se sigan implementando políticas y regulaciones sólidas para garantizar que los trabajadores peruanos gocen de un ambiente laboral seguro y saludable y que, de parte de los empleadores, se mantenga el compromiso con la seguridad en el lugar de trabajo. La salud ocupacional es una parte fundamental del bienestar de la fuerza laboral y del éxito de las empresas, y su importancia nunca ha sido más evidente que después de la pandemia de COVID-19.

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